Mi reaparición en el blog tras más de 100 días de ausencia…
Apareció el Coronavirus en el mundo… y junto con el virus yo me “desaparecí” del blog, talvez tu fuiste una de las personas que te has preguntado que ha sido de mí, a lo mejor es la primera vez que llegas a mi blog y nunca antes supiste de mi existencia, pero creo que ya es tiempo que formalmente regrese a tomar las riendas de mi vida en algo que estaba aún evadiendo, que era mi presencia por medio de la escritura.
¿Por qué no había escrito?
Porque muchas cosas que me han sucedido, que he pensado, actuado y/o dejado de hacer no me han hecho sentir orgullosa… y al escribirlas las hago reales, pero debo de tomar responsabilidad tanto de mis actos como de todo lo que he llegado a evadir en este tiempo.
Durante todo el mes de febrero gran parte de mi tiempo estuvo dedicado a leer, por HORAS sobre el virus, tenía abierto el sitio de CNN de los posts en vivo que en ocasiones actualizaba incluso cada media hora, teniendo un Excel llevando datos de infectados, fallecidos, creo que, en parte por mi lado obsesivo, así como previendo como este virus podía tener un impacto en el negocio.
A principios de marzo vi al dueño de la marca, la cual distribuyo, el viajó de Estados Unidos y llegó con un mensaje bastante optimista (siguiendo los mensajes que daba la OMS y los políticos, especialmente TRUMP) donde me decía con gran seguridad “para abril que llegue el calor esto se va a terminar”. De hecho, yo tenía un viaje que haría a Estados Unidos para la semana de pascua y me sentía bastante confiada que no pasaría nada… hasta aprox. el 17 de marzo que en Nuevo León (donde vivo) se suspendieron las clases.
A partir de ahí comenzó el golpe de realidad muy pronto sobre el tema del ahora oficialmente llamado COVID-19, el papá de una amiga comenzó a sentirse mal el 19, para el 22 de marzo ya tenía dificultad respiratoria y mi amiga lo llevó al INER (vive en Ciudad de México) … fue la última vez que lo vio con vida.
Como la pusieron en cuarentena y es extranjera envió un mensaje a varias amistades para ver quien podía apoyarla a acudir al hospital ya que era necesario que compraran medicamentos y le dieran avances de su papá. Mi novia acudió 2 días. El 23 y lo habían intubado, el 24 comenzó con falla renal y como mi pareja ya estaba en home office viajó el 25 a mi ciudad… hoy es fecha que permanece a mi lado. El señor lamentablemente falleció el 26 de marzo, fue como la 11va persona en México, al menos de forma oficial que murió por el coronavirus.
Yo no he dejado de trabajar, gracias a Dios por el modelo de negocio que tenemos logramos mantener operaciones con gran parte de los empleados trabajando desde casa durante abril y mayo, mis papás han estado en cuarentena desde el 12 de marzo, con hipertensión y siendo mayores de 60 años no les permitimos salir. Pero la realidad es que, aunque yo seguí acudiendo a mi negocio me descuidé mucho, especialmente mi salud emocional y mental.
Del 11 de marzo al 3 de junio dejé de recibir terapia, por decisión propia… quise hacerme “coco wash” que fue un tema de ahorro pera realmente era un tema de evasión, traté de salir al parque con cubre bocas pero me generó mucho más estrés ver a tanta gente irresponsable que no lleva cubre bocas… y con todo lo que conozco del virus, cuando caminas o corres pueden expulsar el virus hasta 10 metros de ti, y de nada de sirve traer cubre bocas si la persona contagiada no lo trae, el que alguien enfermo no lo traiga y tu si solo te protege como un 30%, por lo que tratamos de hacer ejercicio en casa, pero es fecha que no he podido ser muy diciplinada.
En el último mes talvez he tenido unas 4 recaídas de mi bulimia, tampoco es como que ya haya tirado mi recuperación a la basura pero lo que si es cierto es que he subido de peso lo cual me genera mucha ansiedad.
La psicóloga me ha recomendado ciertos ejercicios cuando estoy a punto de explotar, como el de describir mentalmente 7 objetos a mi alrededor, es decir, si veo una lata de refresco, empezar: es redonda, está abierta, es de color roja, etc y así hasta completar 5 características de 7 objetos diferentes lo que debe de ayudar a oxigenar el cerebro y hacer que me tranquilice y logre respirar mejor.
Me he dado cuenta que mi peor enemigo ante mi impulsividad es tener el celular a la mano, puedo escribir una gran cantidad de basura, las cosas más hirientes y no puedo parar hasta expulsar todo el veneno. Se que está muy de moda hablar de “personas tóxicas” justo ayer vi una publicación en Facebook que decía: “Tu no eres una persona tóxica, ese término se utiliza para clasificar sustancias químicas que pueden envenenar y ser mortales… tu solo eres una persona insatisfecha con ganas de estar chingando” (ya en otro post he explicado la palabra “chingar, chingando que es usada en México que pudiera significar MOLESTANDO).
Algo que me ha explicado la psicóloga en estas 3 últimas sesiones que he tenido con ella: “Detrás de cada queja hay un anhelo” … cada que alguien se queja contigo o tu te quejas de algo, lo que se esconde es un anhelo, una petición de lo que realmente quieres que tal vez no ha sido escuchada o no has encontrado la forma de expresarlo de una manera asertiva.
Te comparto que en mi caso suelo ser muy impositiva cuando tengo una petición por eso el canal de comunicación no suele ser adecuado y nunca llega mi mensaje, por eso surgen muchas frustraciones, crece la ansiedad y se vuelve un círculo vicioso, pero no podemos hacer responsables a las otras personas por nuestras acciones, al menos de mi parte se que debo de trabajar mucho en los intentos fallidos de comunicación que he tenido, empezando por mi círculo más cercano que es mi pareja, identificar en que estoy fallando, que se que muchas veces es que externalizo de una manera poco adecuada mis emociones y por eso no se recibe bien la información.
Lo que el día de hoy tengo muy claro más con todo lo que estamos viviendo, que no es una situación nada fácil para NADIE, es que TODOS somos UNA EDICIÓN LIMITADA, cada uno de nosotros somos especiales a nuestra manera, y tenemos hoy más que nunca en ponernos en los zapatos de la otra persona, porque todos estamos sufriendo con esta pandemia, no porque alguien sonría y bromee o nunca te muestre mala cara quiere decir que no la esté pasando mal, puede ser desde que sea más responsable hasta que esté en completa evasión.
Te mando un abrazo a la distancia y como hace unas semanas les escribí a mis clientes, nuestro cuerpo tal vez tenga que seguir encerrado en 4 paredes (o vernos muy restrictivos de lo que podamos hacer) pero nuestra mente puede ir tan lejos como la dejemos… para bien o para mal. ESTÁ EN TI EL RUMBO QUE LE QUIERAS DAR.